While I was on vacation in Mexico recently, I came up with an idea to help the stray dogs there, and to raise awareness about their suffering. I went on what I called "feeding walks". Among other things, they served as an important reminder that the power to make a difference is often in our own hands.
I have never liked the fact that people would go on vacation somewhere and be either blind or oblivious to the injustices of the region. Granted, some of these injustices are complicated in nature, especially when they're part of a culture’s social fabric, and require a lot of research before one gets involved in them. Some issues, however, like the plight of hungry stray dogs, are relatively easy to get involved in. Basically, I felt so bad for the emaciated hungry dogs digging in the garbage that, true to my Effaist beliefs, I decided to help. I bought a 4 kilogram bag of dog food and I spent several evenings feeding pretty much every stray dog that crossed my path. Many of these animals were hesitant at first, giving the impression that they had been either chased away and/or mistreated many times beforehand. Once they had gained enough confidence and started eating, though, I could tell that many of them were really hungry.
So what did my series of feeding walks change? And did they, in fact, do more harm than good by giving these dogs false hope (as some might think)? I would argue that these types of feeding walks do indeed accomplish several things. First, they give the dogs a break from hunger, and from the trash that they normally dig through. Second, they show people that there are individuals out there that care about these animals, which may, in turn, encourage others in the area to start doing the same. People would often stop to ask me what I was doing, and most whom I spoke to had a very positive reaction to the whole idea. Even in our crazy world, I believe good deeds are infectious, and there are indeed people out there who only require this small push to start helping themselves.
To answer the second question, feeding a dog regularly and then stopping can indeed be very dangerous, as the dog may very well become attached and expect food from you at a given time and a given place. This should only be done if you know for a fact that you will be around for that animal. A feeding walk is different in that it is not a permanent solution. Like I stated above, it provides a temporary break for these animals. This, of course, does not mean that a permanent solution is not needed. Among other things, a feeding walk is a reminder of the need to fight for a permanent ethical solution to the problem of strays – education about the proper treatment of pets, the creation and implementation of spay and neutering programs, the creation and implementation of catch and release programs, providing more support for no-kill animal shelters and animal rescue organizations, the encouragement of adoption of strays from shelters. After going on several feeding walks, one almost always wants to get involved in one or more of the above-mentioned ways in order to keep helping these animals in a more permanent capacity.
Since the act of helping innocent beings is a very positive one, every Effaist feeding walk will have positive consequences for the world. Although the act itself only provides temporary relief from the hard lives these poor animals live, it serves as a reminder, both to ourselves and others, that there is a problem, and that something should be done to help these animals. The next time you travel to a part of the world where there are many stray dogs or cats, or if you live in one of these regions, please consider taking a little bit of time and going on a feeding walk of your own.
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Últimamente cuando estaba de vacaciones en México, se me ocurrió una idea para ayudar a los animales callejeros y para levantar conciencia sobre su sufrimiento. Hice una serie de paseos, que en ingles llamé "Effaist feeding walks", que llevan a una conexión al sufrimiento animal (en este caso de los perros callejeros). Aparte de eso, son un recuerdo importante de que el poder de hacer una diferencia está en nuestras manos.
Nunca me había gustado el hecho de que mucha gente, estando de vacaciones en algún lado, ignora o hace que no ve las injusticias de la región. Claro, algunas injusticias son muy complicadas ya que forman parte de la fábrica social de una cultura y, por lo tanto, requieren mucha investigación antes de involucrarse. Sin embargo, hay males, como por ejemplo el sufrimiento de los animales callejeros, que son mucho más fáciles a remediar. Yo, simplemente, me sentí tan mal por los perros hambrientos buscando comida en la basura, que, recordando los principios effaístas que trato de seguir, decidí de ayudar. Compré una gran bolsa de comida para perros, y pasé un par de horas cada día dando a comer a cada perro callejero que me topé. Al principio, muchos de esos perros tenían miedo de acercarse, dando la impresión de haber estado asustados o maltratados antes por personas poco compasivas. Una vez ganada la confianza, se notaba que la mayoría de los perros tenían mucha hambre.
Entonces, ¿cambiaron algo estos paseos? Y (según algunas personas) ¿no hicieron más daño a estos perros, dándoles esperanza falsa? Yo diría que estos paseos sí lograron un par de cosas importantes. Primero, dieron a los perros un descanso del hambre y un descanso de comer la basura que comen normalmente. Segundo, enseñaron a otras personas que hay gente a quién le importa el bienestar de esos animales, lo que pudiera animar a otras personas en la zona a ayudar también. Mucha gente me paraba para preguntar que hacía, y la mayoría de las personas con quienes hablé tenían una reacción muy positiva a la idea. Hasta en nuestro mundo loco, creo que uno todavía se puede permitir contagiar por la influencia positiva, y que hay personas que solo necesitan un pequeño empuje para empezar a hacer cosas buenas ellos mismos.
Para contestar la segunda pregunta, sí, dar a comer a un perro regularmente y después dejar de hacerlo puede resultar en problemas, ya que es probable que el perro ya estará acostumbrado a recibir esta comida en el lugar de siempre y al mismo tiempo. Este tipo de cosa sólo deberíamos hacer si sabemos que vamos a estar ahí, y que el perro podrá contar con nosotros. Los paseos que describí arriba no son lo mismo – son una solución temporal, un descanso del sufrimiento. Obviamente, eso no significa que no tenemos que buscar una solución ética y permanente. Al contrario, los paseos effaístas son, entre otras cosas, un recuerdo de la necesidad de encontrar una buena y compasiva solución al problema de los animales callejeros – de establecer programas para educar al publico sobre el buen trato de las mascotas, de crear y implementar programas de esterilización, de financiar mejor los albergues y refugios que no matan a los animales (de tipo "no-kill"), de animar al publico de adoptar las mascotas en vez de comprarlas, etc. Después de hacer unos paseos effaístas, uno casi siempre quiere involucrarse más en estos asuntos, para poder ayudar a esos animales en una capacidad más permanente.
El acto de ayudar es algo muy positivo, y cada paseo effaísta que haces resultará en consecuencias buenas para el mundo. Aunque en si mismo es sólo una solución temporal, es un recuerdo importante tan para nosotros mismos cómo para otra gente, de la importancia de hacer algo para ayudar a los animales que sufren en el mundo. La próxima vez que visites una región donde hay muchos animales callejeros (o si vives en una región así), piensa, por favor, en comprar una bolsa de croquetas, y de dejar un poco de comida (y agua) para los animales de la calle.
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